Su historia

La experiencia, vivida en primera persona

Laura Cuevas es el alma máter de la asociación, además de ser la fundadora y la encargada de velar por su desarrollo constante.

«No se pueden robar más inocencias«

Laura Cuevas

Presidenta de Lulacris

Una infancia marcada por los abusos: «Es difícil contarlo»

Decidió romper su silencio y las cadenas que le han dejado marcas psicológicas que marcaron toda su vida tras los abusos sufridos en su niñez, para contar el sufrimiento acumulado y poder empezar a sanar.

Su lucha diaria es ayudar a niños, niñas, adolescentes y personas adultas que en su niñez sufrieron abusos prestándole ayuda psicológica para tratar los traumas y las secuelas y asesoramiento legal. Concienciar a la sociedad de la magnitud del problema que abarca el abuso sexual a menores.

Fue en uno de los momentos más comprometidos y difíciles para la humanidad de los últimos tiempos – dadas las circunstancias derivadas de una pandemia mundial que provocó que nos privaran de nuestra libertad – cuando ella decide reencontrarse con la suya, desvelando una experiencia atroz que no se borrará nunca de su cabeza, después de sufrir abusos por parte de un familiar directo.

Decide sacar de sus adentros más escondidos todo lo padecido para exponerlo públicamente y que sirva para que nadie que se encuentre en una situación similar tenga la menor duda de denunciarlo, de no consentirlo y buscar ayuda en su entorno y fuera de él. Fue entonces cuando vio la luz su libro: «Sin filtros: Inocencia robada».

Su primer confidente a quien le mostró sin complejo ni tapujo el dolor guardado por años en lo más profundo de su interior, condenando y dando voz mediante sus letras para concienciar a la sociedad en primera línea de lo que sufren las víctimas cuando son abusadas.

Justo después se rodeó de personas de su confianza, que le mostraron un apoyo total e incondicional, para poner en marcha un proyecto que le permitiera elevar la voz y dar visibilidad a una lacra de la sociedad actual, iniciando un camino al que se le vaticina un largo recorrido y que tiene paradas constantes para seguir ganando adeptos y respaldos, sin olvidar que su fin último es proteger a los menores y velar por el derecho que tienen todos los niños de crecer con una infancia feliz , libre de abusos.